Vivimos en un mundo donde hay más seres que los humanos. Para que la vida pueda prosperar, debemos prestar atención a las señales que nos lanza este mundo, y responder con sensibilidad, juicio y esmero. Eso es lo que significa corresponder: unir nuestras vidas a las de los seres, materias y elementos con quienes, y con los cuales, vivimos sobre la faz de la Tierra. En su obra más personal, el antropólogo Tim Ingold escribe cartas a bosques, océanos, cielos, monumentos y obras de arte. En todas sus correspondencias hace un llamamiento a que se restituyan las palabras escritas a mano al...