Recuerdos de la vida de una estudiosa

Jane Ellen Harrison reunió los recuerdos de sus años de formación al instalarse en París en 1922 quedando plasmados en esta obra. Ahí, Harrison conoció y trabó amistad con numerosos exiliados rusos y con diversos artistas y escritores franceses y de otros países. Sus pasos entre las vitrinas sucias y frías del Museo del Trocadero, o su sombra sutil reflejada en el puente Miraveaux, convocan imágenes intensas de silencio bajo el discreto velo cosmético, la ropa de punto y los tacones bajos de otras presencias reales en la Ciudad Luz. En sus años formativos nada la pudo detener y...