Virus

Dicen que lo mío no son poesías, que son confidencias a un colega, cuidando el significado más que las formas y fumándome un cigarro. ¿Qué quieren que haga si yo no tengo amigos, y es este folio en blanco único receptor de mis locuras?

Hay que tener talento genuino para decir lo prohibido. Para quitar la mordaza que la sociedad ha ido imponiendo y declarar sentimientos tabúes que hoy, y gracias a Complicidad, se hacen públicos. La mujer venida del sur se ha puesto un cuchillo en la boca para defender su creación, para cantar lo que otros ocultan. Sí, se convirtió en el susurro inquieto de quien tiene la osadía de leerla. ¡La autora se ha propuesto dejar huella! G.M.P.S. Cuando la melancolía nos invade, y las esperanzas e ilusiones parecen morir, nos toca decidir entre la oscuridad, o sacudirnos la nostalgia para...

En medio de un universo gélido y caótico, la poesía se abre paso como una reivindicación de la humanidad Víctor del Árbol siempre ha practicado la escritura poética, sin darle difusión, como una emoción privada, y gracias a este, su primer libro de poemas, descubrimos una palabra clara y directa para abordar tanto los pequeños como los grandes temas de la vida (el amor, la infancia, la pérdida...), sentimientos y emociones de todo calibre, que se van dando con el paso de los años, a través de una sensibilidad y hondura que nos interpelan y nos retratan. Un verdadero hallazgo...

En este libro la autora abre su corazón y comparte generosamente sus sentimientos y pensamientos más profundos. Los versos fluyen con extraordinaria armonía y sumergen al lector en el íntimo mundo de la escritora descubriendo su lado más desconocido. Sentimientos expresados con inusual sinceridad, intensidad y emoción.