Susurros de la tierra
Respiró profundo, tomó impulso y abrió la puerta de sus sueños... y entró tanta luz del Sol que deslumbró sus ojos. Y sintió miedo, miedo a la ceguera, miedo al horizonte. Y por un momento, sintió el impulso de retroceder, de regresar a la fría y casi cómoda oscuridad. Pero ya no había retorno, porque el Sol ya no brillaba desde el otro lado de la puerta, sino desde dentro de sí. La Tierra me susurró poemas y yo vine a cantártelos a ti.