Tengo, tengo, tengo

En 1966 Arturo Agramonte publicó una preciosa Cronología del cine cubano, editada por el ICAIC, y en 2008 María Eulalia Douglas completó aquel trabajo pionero con su Catálogo del cine cubano (1897-1960), divulgado por la Cinemateca de Cuba. Y ahora, con el título de Cronología del cine cubano aparece la investigación histórica de Arturo Agramonte y Luciano Castillo, una exhaustiva indagación que desborda la modestia de su título. Nos hallamos, en efecto, ante una monumental investigación hemerográfica y archivística, insólita en el panorama de la memoria de los cines nacionales.

En una tierra lúgubre, oscura, y dominada por el manto del poder de demonios y criaturas místicas, un jóven guerrero de Sirvenia se ve en una aventura que jamás imaginó, donde nada era lo que parecía y existen secretos que podrían cambiar la historia. Su país ha sido invadido y los resultados y estragos de la guerra le confirmarán que aún hay mucho de sí que debe saber, una aventura que comenzar y un objetivo que aún está por descubrir.

En esta obra, Diana Cazaux realiza un recorrido que va desde el nacimiento de los museos de ciencia, los antiguos gabinetes de curiosidades, hasta los modernos centros interactivos de ciencia y tecnología. La autora evidencia que el museo no es solo un cúmulo de objetos exhibidos sino ideas, conceptos, símbolos, que son los que significan a dichos objetos y recrean su sentido. Asimismo, argumenta cómo los museos de ciencia son espacios excelentes para la problematización de las diversas visiones de la ciencia, cuáles son las consecuencias sociales y ambientales de las innovaciones...

Figura destacada en la génesis del expresionismo abstracto neoyorquino, Willem de Kooning llegó a los Estados Unidos en 1926 como polizón; tenía veintidos años y procedía de Holanda. en los años de la depressión se convirtió en un visitante asiduo de los