Deja que te cuente
Pepe creyó tocar el cielo de lo feliz que era. Tenía una relación de noviazgo con una bella mujer de la que estaba muy enamorado. Una profesión que le apasionaba y reportaba mucha satisfacción, unos buenos amigos y una estupenda familia. Todo ello auguraba un porvenir muy prometedor. Pero un día, la vida le dio un duro revés que arrancó de cuajo toda aquella dicha. Nunca aceptó lo que sucedió y cayó en un profundo resentimiento que le hizo sufrir en silencio casi toda su vida. Aunque después lograría una gran fortuna, aquella espina que tenía clavada no le dejaba en paz y cuando ...