¿Está bien pegar a un nazi?

¿Por qué puedo comerme un cerdo, pero no un perro? Los dilemas éticos, grandes y pequeños, divertidos o más serios, siempre han sido parte de nuestra vida cotidiana. Desde que suena el despertador nos enfrentamos a dilemas éticos. Los hay modernos y clásicos. Grandes y pequeños. Pero todos ellos definen nuestra época. ¿Cuántos bolis puedo llevarme de la oficina sin que sea éticamente reprobable? ¿Compro una cerveza por una app o bajo al supermercado? ¿Puedo añadirme cinco centímetros de altura en Tinder si todo el mundo lo hace? ¿Existe el porno ético? ¿Por qué puedo...