La ironía de un amor muerto

Desa Kincaid ha pasado los últimos diez años persiguiendo a un hombre cuyos experimentos han matado a más de una docena de personas. Bendecida con el poder de transformar objetos ordinarios en armas devastadoras, viaja a través de puertos comerciales, pueblos remotos, bosques, desiertos y los restos embrujados de una ciudad muerta. ¿Pero puede detener a su enemigo antes de que desate algo terrible en el mundo?

Floreció bajo sus expertas caricias... Kira Banks prefería las plantas a las personas. Tras sufrir una dolorosa relación sentimental, vivía sola en el precioso valle de Bella Terra. Pero cuando el atractivo multimillonario Stefano Albani apareció en la finca con su helicóptero, su tranquila vida se vio alterada para siempre... A Stefano le fascinó la reservada Kira. ¡Seducirla sería algo inolvidable! Pero sus planes se estropearon... ¿sería porque el magnate que podía tener lo que quisiera tal vez necesitara a alguien por primera vez en su vida?

Ariana es una chica dulce y tierna que vivía en un mundo de cristal hasta que todo lo que creía seguro es destruido por una desilusión. Un desprecio degradante hace de sus días un infierno, desgarrando su frágil corazón y haciéndola sentir muerta por dentro. Lágrimas y sufrimiento le llegaron de golpe, lo cual provoca que se encierre en una burbuja de dolor y frivolidades. Los viajes, los lujos y las cosas materiales ocupan una parte primordial en su vida. Dentro de este sufrimiento encuentra la fortaleza para salir adelante. Su mundo es destruido pero de las cenizas nace otro, muy...

Esta novela cierra la formidable trilogía sobre Guido Santini, demostrando la extraordinaria capacidad narrativa de Hugo Burel. Mientras que en 1940 la Segunda Guerra Mundial seguía su curso, el nazismo intentaba ampliar su poderío y avanzar estratégicamente sobre América Latina. En Uruguay se descubre la existencia de un plan de invasión en manos de Arnulf Fuhrmann, un ciudadano alemán afincado en la ciudad de Salto. Se afirmaba que a dicho documento le faltaban algunos pasajes que podían ser decisivos. En 1942, el detective ítalo-uruguayo Guido Santini, quien ya había actuado en...