Emmanuel Levinas fue un filósofo francés de origen lituano, conocido por su contribución a la fenomenología y la ética, así como por su profunda reflexión sobre la alteridad y la responsabilidad hacia el otro. Nació el 30 de enero de 1906 en Kaunas, Lituania, en una familia judía. Su educación inicial fue en un ambiente cultural y religioso, que más tarde se convertiría en un aspecto fundamental de su pensamiento filosófico.
Tras mudarse a Francia en 1923 para estudiar en la Université de Strasbourg, Levinas se vio influenciado por la filosofía de Henri Bergson y por el pensamiento fenomenológico de Edmund Husserl. Su enfoque filosófico se caracterizó por un profundo interés en la ética y la relación con el otro, en contraste con la tradición occidental que a menudo prioriza el sujeto individual como el centro de la reflexión filosófica.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Levinas fue capturado por las fuerzas alemanas y pasó varios años en campos de prisioneros. Esta experiencia vital tuvo un impacto duradero en su pensamiento y en su obra filosófica. Tras la guerra, Levinas se dedicó a la enseñanza y a la escritura, desarrollando sus ideas en una serie de obras influyentes, entre las que destacan “Totalidad e Infinito” (1961) y “De otro modo que ser” (1974).
En “Totalidad e Infinito”, Levinas propone una ética basada en la relación con el otro, afirmando que la existencia del otro es fundamental para definir nuestra propia identidad. Introduce el concepto del “ rostro”, que simboliza la llamada ética que se establece en el encuentro con el otro. Este encuentro no solo revela al otro como ser humano, sino que también implica una responsabilidad ineludible hacia su bienestar y dignidad.
Levinas critica la filosofía tradicional que, a su juicio, ha tendido a reducir al otro a una mera categoría o un objeto de conocimiento. Para él, la relación con el otro trasciende la lógica del ser y del conocimiento, abriendo un espacio ético donde la alteridad es fundamental. En este sentido, enfatiza que la ética precede a la ontología, una afirmación radical que reconfigura la manera de entender las relaciones humanas.
Su obra también intercala reflexiones sobre la religión y la mística judía. Levinas incorporó conceptos del pensamiento judío, como la idea de la “Torá” y la práctica del mandamiento, como estructuras que enriquecen su enfoque filosófico. Esto lo llevó a desarrollar un diálogo entre la filosofía y la tradición religiosa, abogando por una ética que se basa en la responsabilidad mutua y en el reconocimiento de la alteridad.
Adicionalmente, Levinas fue un académico prolífico, enseñando en diversas instituciones, incluyendo la Université de Paris-Nanterre y l’École Normale Supérieure. Su influencia se extendió más allá de la filosofía, influyendo en campos como la psicología, la teología y la crítica literaria.
En sus últimos años, Levinas continuó reflexionando sobre la ética y la justicia, participando en un diálogo intercultural y promoviendo la paz y la reconciliación. Falleció el 25 de diciembre de 1995, en París, dejando un legado duradero que sigue inspirando a filósofos, teólogos y pensadores contemporáneos.
En resumen, Emmanuel Levinas representa una figura clave en la filosofía del siglo XX, particularmente en el ámbito de la ética y la filosofía de la alteridad. Su obra invita a replantear la relación entre el individuo y los demás, enfatizando la importancia de la responsabilidad ética y la relación con el otro como fundamentos de la vida humana.