AYUDA Y CONSUELO
Sinopsis del Libro
Caminar con Dios, agradarle cada vez más, permanecer en comunión con su Hijo, y abundar en los frutos de la justicia, debe ser el objetivo diario de todo cristiano de verdadero corazón. Pero para hacer esto se requiere un esfuerzo continuo y minucioso, el uso de todos los medios de gracia disponibles, y esperar perpetuamente en el Señor la ayuda prometida de su Espíritu libre. Si quieres vivir y caminar así, recuerda que en todo momento necesitas la ayuda de Cristo, que Cristo tiene la ayuda adecuada a tu necesidad, y que se complace en concederla. Acuérdate de cuidar que el corazón esté bien. El corazón es el resorte principal de toda adoración y toda obediencia. De él salen los resultados de la vida y de la muerte. Que el corazón esté caliente de amor al Salvador, y deseoso de una mayor semejanza con Él, y no puede dejar de verse en la vida algo de su santidad, algo de su espíritu manso y humilde. Recordad que debéis llevar la religión a todo lo que hagáis. Ni una sola palabra o acción del día debe considerarse fuera de la esfera de su influencia. Mi objetivo ha sido exponer esto en una obra anterior, "Día a Día", y nunca se insistirá demasiado en las conciencias de los que profesan ser seguidores del Señor. Practicar la abnegación diaria en las cosas pequeñas, procurar mejorar las menores oportunidades de beneficiar a los más débiles del rebaño, no considerar nunca que haya un momento en que estemos libres de la solemne responsabilidad de glorificar a Dios, es un privilegio bendito no menos que nuestro deber obligado. Recordad que en todos vuestros fracasos al hacer esto, en todos los desalientos que encontréis por un espíritu reincidente, por el poder del pecado interior y del Tentador y del mundo exterior, es vuestra fuerza volver a caer en los principios fundamentales. Siempre puedes buscar una nueva concesión de perdón a través de la muerte de tu Fiador. Siempre puedes buscar una nueva medida de la gracia renovadora del Espíritu Santo. Recuerda que debes buscar la mano de Dios en las pruebas de todo tipo. Cualquiera que sea el instrumento, ten la certeza de que Dios mismo ha designado la prueba, y que es por bondad y fidelidad para acercarte a Él. Recuerda que lo más pequeño de Cristo da una felicidad más verdadera y duradera que lo más grande del mundo; y cuando tengas que elegir entre ellos, elige a Cristo con preferencia a todo lo demás. Acuérdate de aprovechar al máximo cada domingo que vuelve. El día del Señor es el regalo de amor de nuestro Padre, para llenar nuestras almas con el aliento de su Espíritu, y así acelerar nuestro viaje a través de las olas de este mundo problemático. Con este propósito deberíamos alegrarnos de frecuentar los atrios del Señor, y unirnos en una adoración sincera con su pueblo. Nunca debe haber un "domingo en casa", excepto en casos de verdadera necesidad. Pero hay muchos que no tienen opción. Por mucho que lo deseen, no pueden ocupar su lugar con la congregación reunida. Para ellos especialmente se han escrito las siguientes páginas. Son adecuadas para los inválidos, para los que velan por los enfermos y para los que están detenidos en casa por los deberes familiares. También hay otras personas con una salud delicada, que no pueden estar presentes en la Casa de Dios cuando el tiempo es duro o la distancia es larga, y que pueden agradecer alguna ayuda en el estudio de la Palabra de Dios. El viajero que cruza el ancho océano, y posiblemente algunos de nuestros compatriotas que residen en otras tierras, y que no poseen los mismos privilegios cristianos que nosotros disfrutamos en casa, pueden encontrar aquí palabras de guía y consuelo.
Ficha Técnica del Libro
Número de páginas 255
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Categoría:
Formatos Disponibles:
PDF, EPUB, MOBI
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