Arnold Dolmetsch fue un influyente músico, musicólogo y fabricante de instrumentos musicales, conocido especialmente por su trabajo en la recuperación y la interpretación de la música antigua. Nació el 30 de diciembre de 1855 en Schaffhausen, Suiza. Desde joven mostró un profundo interés por la música, lo que lo llevó a estudiar en el Conservatorio de París, donde se formó en la interpretación de varios instrumentos.
En 1884, Dolmetsch se trasladó a Londres, donde comenzó a investigar y a restaurar instrumentos de cuerda antiguos, como el viola da gamba y el clavecín. Su dedicación a la música antigua lo llevó a fundar la Dolmetsch Workshop en 1893, un taller que se convirtió en un centro importante para la fabricación de instrumentos históricos. Este taller no solo se dedicó a la construcción, sino también a la enseñanza y promoción de la música antigua, contribuyendo significativamente al renacimiento de este género.
A lo largo de su vida, Dolmetsch organizó conciertos y festivales dedicados a la música antigua, fomentando la interpretación de obras de compositores como Johann Sebastian Bach, Händel y otros. En 1904, fue uno de los fundadores de la English Musical Heritage, una organización dedicada a promover el estudio y la interpretación de la música antigua en Inglaterra.
Arnold Dolmetsch no solo fue un intérprete, sino también un apasionado divulgador de la música antigua. Publicó múltiples obras y tratados sobre la música del Renacimiento y el Barroco, así como la técnica de los instrumentos que tanto amaba. Entre sus obras más destacadas se incluyen The Interpretation of the Music of the Past y Musical Instruments: Their History in Western Culture, que se han convertido en referencias importantes para musicólogos y intérpretes por igual.
Su enfoque en la interpretación histórica fue revolucionario en su tiempo, ya que insistía en la importancia de la ejecución de la música en su contexto original, utilizando los instrumentos y técnicas de la época. Dolmetsch también buscó revivir la idea de la música como un arte colectivo, en lugar de la mera ejecución individual que predominaba en la música clásica contemporánea.
Además de su trabajo como músico e investigador, Dolmetsch fue un educador apasionado. Impulsó la creación de clases y talleres donde los estudiantes pudieran aprender no solo sobre técnica musical, sino también sobre la historia y el contexto cultural de la música que interpretaban. Desde su trabajo, muchos músicos se han sentido inspirados a explorar la música antigua, contribuyendo a su creciente popularidad en el siglo XX.
En sus últimos años, Dolmetsch continuó viajando y actuando hasta su muerte el 20 de agosto de 1940, en Haslemere, Inglaterra. Su legado perdura a través de sus grabaciones, sus escritos y la influencia que tuvo en la música antigua y en la formación de músicos de sucesivas generaciones. También ha dejado una marca imborrable en la manera en que se concibe la interpretación de la música histórica, convirtiéndose en un faro para aquellos que buscan entender y recrear el sonido auténtico de épocas pasadas.
El impacto de Arnold Dolmetsch en el campo de la musicología y la interpretación de la música antigua aún se siente hoy. Su dedicación y pasión por la música ayudaron a asegurar que la herencia musical del pasado no solo se preservara, sino que también se celebrara y revitalizara en la actualidad.