¿Sigues sin saber quién soy?

La novela que inspiró la telenovela LA REINA DEL SUR protagonizada por Kate del Castillo. Del "maestro del thriller intelectual" Arturo Pérez-Reverte, una historia notable, que abarca décadas y continentes, desde las polvorientas calles de México hasta las brillantes aguas de la costa de Marruecos, el Estrecho de Gibraltar y España, en una historia que abarca sensualidad y crueldad, amor y traición, y vida y muerte. Sonó el teléfono y supo que la iban a matar. Lo supo con tanta certeza que se quedó inmóvil, la cuchilla en alto, el cabello pegado a la cara entre el vapor del agua...

Para comprender el sentido y la trascendencia que representa este tierno ave común en todos los campos semánticos, hay que partir de la metáfora del título: La paz de los gorriones. ¿Es un símbolo moral? ¿O una dirección por los marineros? Lo descubriremos en el entramado de esta novela donde unas historias se entrelazan en una sucesión de profundas y cautivadoras reflexiones. No sólo en la breve mención que hace en una charla. En un largo viaje mental y geográfico, atravesando varios continentes, el autor nos lleva a Italia, Cuba, México, Argentina, Japón, España, Estados...

"La idea de esta novela comenzao con una imagen de dos seanoras amigas que de pronto una noche, de una manera impensada para ambas, viven una situaciaon eraotica. Luego se fue convirtiendo en una historia policial, casi un thriller, y el thriller se fue transformando en una especie de mural de la sociedad peruana en los aultimos meses o semanas de la dictadura de Fujimori y Montesinos. Me gustao la idea de que la historia se llamase Cinco esquinas como un barrio que, de alguna manera, es emblemaatico de Lima, de Perau y tambiaen de la aepoca en la que estaa situada la historia"--

Ocurrió hace ya varios años, pero hay días en los que recuerdo aquel verano como si hubiese sucedido ayer mismo. Ana y yo éramos tan solo unas niñas por aquel entonces. Inquietas, curiosas, sin sentido del peligro... En resumen, aventureras. Explorar lugares que todavía no conocíamos nos hacía sentir capaces de lograr cualquier cosa. Invencibles. Pero esa actitud tiene consecuencias. Tanto es así, que los sucesos de aquellas vacaciones estivales fueron nuestra última aventura. Y estáis a punto de descubrir por qué.