Secuestrada por amor

A la mañana siguiente, Halo hizo una llamada a la oficina de Pemsky, que fue directamente a su correo de voz, cuando se abrió la puerta de la oficina principal. Halo sonrió y alzó la vista a los ojos verdes soñadores, con motas de oro, cabello castaño y corto, una barbilla levemente hendida y labios carnosos en línea dura. Incluso con su mirada severa, sus hormonas saltaron a toda marcha. El Sr. Dreamy se aclaró la garganta. Ella debe haber estado mirando. En su voz más profesional, ella lo saludó, "Buenos días. ¿Como puedo ayudarte?"

El rudo Sargento Carter Morgan del Departamento de Policía de Portland arriesga su vida todos los días en el trabajo, pero jamás había arriesgado su corazón. Desde la primer mirada de seducción que Sage le hizo, él quedó atrapado, y sus vidas han sido una montaña rusa desde ese momento. Con la ex novia lunática de Carter, la Agente Especial del FBI Mia Williams, en el asilo mental las cosas finalmente parecen volver a la normalidad. Pero todo cambia cuando el antiguo jefe de Sage, el Señor Smithfield, se aparece en sus sueños pidiéndole ayuda para vengar su muerte. Sabiendo muy...

Sage ha abandonado la seguridad de su antiguo trabajo como asistente ejecutiva de un idiota, y se ha lanzado de lleno abriendo Investigaciones McGuire. Si tan sólo el contar con la pistola e intuición policial del sargento Carter Morgan pudiese salvarla de ser rozada en la sien por una bala, así como ahorrarle otra visita a la sala de urgencias en su intento de recuperar a Mimi, la perrita del tío de su mejor amiga, de un usurero chiflado en su primer caso como investigadora privada... La aterradora y manipuladora exnovia de Carter, la agente especial del FBI Mia Williams, vuelve a la...

A mi abuelo Graciano le llamaban "El Moro". Era de una fealdad inquietante. Su rostro de ojos rasgados y pómulos altos descendía hasta el rictus de unos labios apretados y húmedos de marcado perfil. Sería difícil precisar si aquellas facciones mongoloides obedecían a un antepasado oriental o a una genética familiar marcada por la endogamia y sus peores consecuencias. En su corta pero prolífica vida, mi abuelo Graciano engendró nueve hijos, tres de ellos subnormales. Sin embargo, el equívoco apodo lo heredó de su padre, Cecilio Asparren, un auténtico arquetipo vasco de ojos claros, ...

«Vagarás eternamente y no descansarás hasta mi regreso.» Con estas palabras, Jesús de Nazaret, yendo camino del Calvario, condenó a un joven orfebre judío a seguir vivo hasta que él volviera al final de los tiempos. La razón para imponerle ese destino fue que le había negado un instante de reposo cuando se encaminaba hacia su ejecución en la cruz. Durante los años siguientes, aquel «judío errante» padeció la guerra con Roma en la que fue destruido el Templo, se vio obligado a abandonar su amada Jerusalén, pero, por encima de todo, se convirtió en testigo de excepción de la...

Niñas que comen mangos, parejas haciendo el amor, agradecimiento a una tierra que la acoge, política, acoso en el ambiente escolar, una historia con palabras que contienen solo la vocal e, descripciones en que todas las palabras comienzan con la letra a, son algunas de las expresiones sorprendentes y hermosas que nos muestran el impecable y extraordinario uso que Patricia Schaefer Röder hace del idioma. Esa capacidad le permite generar un espacio innovador, donde convergen sutileza poética y directa crudeza, ternura y contundencia, mundo interior y entorno agresivo o acogedor, según lo...

En esta novela José María Eça de Queiroz nos muestra, de manera descarnada, Lo oscuro de la naturaleza humana. Todos los matices posibles de un ser humano, desde los más admirables, pasando por los más siniestros y hasta los más bajos son puestos ante nuestros ojos por la maestría del autor. Y esto nos resulta más fuerte cuando el personaje es un integrante de la Iglesia. En El crimen del padre Amaro el autor utiliza los recursos del realismo, movimiento al que admiraba y adhería. En las Conferencias del Casino (1871), organizadas por el poeta Antero de Quental, defiende al realismo...