Sagas artúricas

Compuesta originalmente en el siglo XIII es una de las mejores muestras del género literario islandés denominado sagas de los tiempos antiguos donde predominan las referencias a personajes, hazañas y lugares legendarios de la antigua historia del norte europeo. En esta saga se inspiró, en cierta medida, J.R.R. Tolkien para escribir El Señor de los Anillos.

En la Hostería Picasso, local histórico de la riviera de Liguria, la vida ha transcurrido lenta por generaciones. Cuando el hijo del dueño se casa, las cosas cambian. El futuro surgirá entre el absurdo de ciertas experiencias soñadas, el sabor tranquilizador de las anchoas rellenas y con la ayuda de un amigo sincero y aficionado a la focaccia: el único que sabrá por qué las personas, invitadas a un funeral donde falta el muerto, no se quejan de tal estafa.

En 1987, Adela pierde el reloj de oro y diamantes que su marido Antonio le había regalado cuatro meses antes. A pesar de que lo busca con ahínco -en la oficina, en casa, en la calle-, nunca lo encuentra. Ella cae en una depresión, se siente torpe, fracasada. En 2019, Adela recibe en el trabajo, y a pocos días de jubilarse, un sobre sin sello y sin remite con el reloj que había perdido treinta y dos años antes. Esta aparición la deja muda y revela dos certezas: que alguien de su entorno lo robó y que ese alguien la ha odiado lo suficiente como para hacerla sufrir durante más de tres...

Solo podrás besar a tu hija mientras duerme transcurre entre los finales del reinado de Alfonso XIII, hasta después de la Guerra Civil española y nos cuenta la vida de Áurea, una mujer valiente marcada por el trabajo y la marginación, que se ve obligada a buscar en su interior la fuerza necesaria para sobrevivir a la barbarie. La desgracia golpea varias veces su puerta, pero la entereza de Áurea se convierte en un llamado a la esperanza. Ante el recuerdo, la heroína solitaria y silenciosa fortalece su voluntad y cobra la certeza de que la vida hay que vivirla con coraje y fuerza. El...

A pesar de sus protestas, Camden la levantó y la llevo cerca de su pecho. La sensación y el peso de la mujer flexible revolvieron algo primitivo en su sangre. Se conocían desde hacía años, pero él nunca la veía como otra cosa que la hermana de sus viejos compañeros de juego. Pero cuando ella se cruzó de brazos de irritación, la humillación enrojeció su rosto, él se encontró deseando besar su ceño adorable.