Mujer valiente, mi princesa guerrera, con su chapiri teñido de rosa

Levanté la lona. En el fondo de mis ojos se proyectó el bulto borroso de un cuerpo de mujer. Retrocedí, pero sin dejar caer la lona. Me pesó la mano que sostenía el mechero. Camisa de franela a cuadros verdes y rojos, vaqueros. La coleta desaparecía por su hombro derecho y reaparecía a la altura del codo. Ninguna herida a la vista. Tez de yeso, mate, pero con un pequeño brillo en los ojos no cerrados del todo, en las ranuras aparecía un destello diminuto y lejano que sólo podía ser el reflejo de la llama del mechero. La boca entreabierta, los incisivos de un blanco más limpio que...

Deseo... Engaño... y el destino de una mujer... Alexa no quiere el "regalo" que la hace capaz de viajar a través del tiempo, pero si se niega, siete mil millones de personas morirán a causa de un horrible bio-agente conocido en su tiempo como la Muerte Roja. El deber de Alexa es detener la Muerte Roja por cualquier medio necesario, incluso si debe destruir a su creador, Luke Lawson. Sin embargo, una vez que conozca a Luke, su misión se verá empañada. Los cultivos virales han desaparecido, los superiores de Luke guardan secretos mortales, el deseo arde como un fuego salvaje en su sangre, ...

La reputación de la princesa Talay Rasada quedó en entredicho cuando los periódicos publicaron una fotografía en la que aparecía besándose con el empresario australiano Jase Clendon. Indignado, él se preguntó si habría sido un ardid para obligarlo a abandonar la isla. De todas formas, no iba a permitir que nadie lo echara de allí, aunque, desde luego, estaba exponiéndose a demasiados peligros. Sin embargo, a Talay lo que le preocupaba era lo que podría suceder si Jase conquistaba su corazón. Él no podía desear casarse con una mujer tan inexperta, y ella no debería querer...

No se había apagado la pasión abrasadora Mohab Aal Ghaanem había tenido a Jala y la perdió. Años después, aprovechando que iba a ser coronado rey, se le presentó la oportunidad de acabar con la enemistad que había entre sus dos reinos y cumplir la promesa que le había hecho a la princesa de Judar de convertirla en su esposa. Seis años atrás, él la había salvado de un secuestro. Ahora aparecía de nuevo en su vida y pretendía forzarla a un falso matrimonio. ¿Se trataba de una segunda oportunidad con el hombre al que no había conseguido borrar de su mente o de que su corazón...