Jorge Mañach Robato nació en La Habana, Cuba, en 1898 y se convirtió en una de las figuras más destacadas de la intelectualidad cubana del siglo XX. Con una formación sólida en el ámbito de las letras y la filosofía, Mañach se destacó no solo como escritor, sino también como ensayista, crítico literario y profesor. Su obra abarcó una variedad de géneros, pero fue su ensayo filosófico y crítico el que le otorgó un lugar preeminente en la historia de la literatura cubana.
Estudió en la Universidad de La Habana, donde se graduó en Filosofía y Letras. Durante su tiempo en la universidad, Mañach se vio influenciado por las corrientes de pensamiento que circulaban en Europa y América, lo que lo llevó a desarrollar un enfoque crítico hacia la cultura y la sociedad cubana. En 1925, publicó su primer libro, El pensamiento de José Martí, una obra que resonaría profundamente en la intelectualidad cubana y que estableció a Mañach como un pensador de renombre.
Además de su obra en el ámbito del ensayo, Jorge Mañach también fue un ferviente defensor de la cultura nacional. A lo largo de su vida, defendió la identidad cubana en contraposición a las influencias extranjeras, abogando por un arte y una literatura que reflejaran la realidad cubana. En este sentido, su obra La literatura cubana contemporánea, publicada en 1935, es uno de sus trabajos más influyentes, ya que ofrece un análisis profundo de la producción literaria cubana de la época y sus principales exponentes.
A partir de 1931, Mañach se trasladó a Estados Unidos, donde continuó su labor como docente y crítico. En este país, se integró en la comunidad intelectual cubana en el exilio, donde se alzó como una voz crítica sobre la situación política y social de Cuba. Su trabajo en la Revista de Cuba y más tarde en la Revista de Avance permitió difundir sus ideas y teorías, así como promover a otros escritores y poetas cubanos.
En el ámbito político, Mañach también tuvo un papel relevante. Fue un firme opositor de la dictadura de Gerardo Machado y se alineó con las corrientes que buscaban una Cuba más democrática y libre. Fruto de esta oposición fue su exilio, que lo llevó a vivir en varias ciudades de Estados Unidos, donde estableció vínculos con otros exiliados y con intelectuales latinoamericanos, formando parte de un debate más amplio sobre la identidad y la cultura latinoamericana en el contexto de la modernidad.
A lo largo de su vida, Jorge Mañach también colaboró en la creación de varias revistas literarias y culturales, siendo un promotor incansable de la literatura cubana. Su estilo claro y directo, junto con un profundo conocimiento de la tradición literaria, lo convirtieron en un referente para generaciones de escritores y críticos posteriores.
Entre sus obras más destacadas se encuentran títulos como La novela cubana contemporánea y El cubano entre la tradición y la modernidad, que son una muestra de su profundo entendimiento de la cultura y la literatura de su país. Su legado literario perdura hasta nuestros días, y su influencia se siente en las obras de muchos escritores cubanos contemporáneos.
Después de muchos años en el exilio, Mañach regresó a Cuba tras la caída de la dictadura de Batista en 1959, aunque su reencuentro con la isla no fue completamente lo que esperaba. Sus ideas sobre la libertad y la democracia no encajaron del todo con el nuevo régimen, lo que lo llevó a una vida de reflexión y análisis crítico. Jorge Mañach Robato falleció en 1971, dejando tras de sí un legado de pensamiento crítico y un compromiso inquebrantable con la cultura cubana.
Su obra sigue siendo objeto de estudio y reconocimiento en la actualidad, no solo por su contenido, sino también por la forma en la que Mañach logró articular las tensiones entre la tradición y la modernidad en el contexto cubano, convirtiéndolo en un referente esencial para entender la literatura y el pensamiento cubano del siglo XX.