La economía social y solidaria: propuesta válida para los territorios

"Why didn't I think of that genius idea?" This is the remarkable, at times funny, story of a young entrepreneur who, aged 18 and with $4,000 and no other funding, started up invisibobble - the revolutionary hair ties that have taken the haircare industry by storm. Today, Sophie Trelles-Tvede's company has sold over 100 million hair ties around the world and turns over $15 million. As a first-year university student, getting ready for a party, Sophie spotted an old telephone cord and decided to use it to tie her hair with. The next morning, she noticed something different with her hair: she...

El Banco Europeo de Inversiones ayuda a los países de África, el Caribe y el Pacífico en sectores de la sociedad a veces olvidados, como los jóvenes, las mujeres y niñas, las pequeñas empresas y los pueblos rurales. El BEI crea oportunidades para todos. En este informe, puede conocer a las personas que están marcando la diferencia para sí mismas y para los demás. Hay historias relacionadas con la pandemia de COVID-19, así como una serie más amplia en relación con los retos sanitarios a los que se ha hecho frente. Hablamos con el director del Programa de las Naciones Unidas para el ...

El mundo está cambiando de forma vertiginosa y, con este, las reglas del marketing. Las cuatro Pes y las viejas prácticas tan bien aprendidas durante años han dejado de funcionar por una sencilla razón: la saturación de los medios y de la mente del consumidor. Para que nuestro producto no se vuelva invisible en esta nebulosa de opciones debemos hacerlo extraordinario, diferenciarlo. Y nada más extraordinario y diferente que una vaca púrpura. Las vacas, después de ver una, o dos, o diez, son aburridas. Pero una vaca púrpura es algo que llama la atención, que obliga a pararse, mirar e ...

Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin no encajaban dentro de los cánones sociales de la Universidad de Harvard. Tímidos, poco agraciados físicamente y sin apellidos ilustres, sus compañeros les daban la espalda y, con ello, se esfumaba toda posibilidad de relacionarse con la mitad femenina del campus. Resignados, se refugiaban en sus ordenadores y en sus clases de matemáticas. Eran dos auténticos friquies. Una noche, en la que como otras tantas volvía sólo a su habitación, Mark Zuckerberg entró en los servidores de la universidad y copió los archivos del directorio de estudiantes,...