La cueva de los encantados

En Transilvania, hogar de los vampiros, esta la escuela donde los vampiritos van a aprender. El profesor Oxford, el maestro, quiere casarse. Su alumnos lo ayudan y, de paso, descubren a un falso vampiro. El buen humor presente en esta novela logra que los pequenos lectores pierdan el miedo.

Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón.Las Princesas Dragón y sus amigos van en busca de los padres de Rosko. Cuando llegan al centro exacto del océano, se sumergen y... ¡magia! Ninguna es como era.Pero es que en ese lugar ocurren cosas muy raras. Como que existe un monstruo marino y una ciudad sumergida y una abuela científica y mucha gente cavando...Sexto libro de la colección Princesas Dragón con muchas aventuras nuevas, esta vez, ¡bajo el agua!

Éste es un libro educativo sobre la vida de las niñas de la época pionera en Estados Unidos y de cómo aprenden a cocinar y a hacer otras tareas cotidianas de la vida de los pioneros. El libro está destinado principalmente a niñas de ocho a trece años, dependiendo de los niveles de lectura e intereses de la lectora. Hay imágenes en cada capítulo para ayudar a visualizar la época. El libro da un enfoque realista a la vida, utensilios y herramientas que se usaban los pioneros para obtener alimentos y conservarlos sin refrigeración. Mi esperanza como autora es la de ayudar a las niñas ...

Alérgica al campo es la segunda aventura de Lolita Butterfly, una pequeña fashion victim divertida y original que consigue hacer reír y reflexionar a sus jóvenes lectoras. ¡Hola! Vuelvo a ser yo, Lolita Butterfly. ¿Cómo?, ¿no me conoces?, ¿no me sigues en Twitter?, ¿no lees mi blog? ¡Buf! Bueno, así resumiendo, soy fashion victim y estoy metida en un gran problema: sin comerlo ni beberlo me encuentro con que tengo que pasar en el medio rural más tiempo de lo soportable para una chica cosmopolita como yo, ¡y es que soy alérgica al campo! Por suerte, también soy una pequeñaja...