El Pedo Más Grande Del Mundo

Las cenas, las comidas, desayunos y meriendas, pueden ser más que estupendos y resultar divertidos. En tu casa o en el cole, con cuchara o tenedor, disfruta cualquier sabor y encuentra el que más te mole.

Ni Caperucita, ni Pinocho, ni el lobo feroz, ni el dragón, ni príncipes... ningún personaje clásico de cuentos queda libre del humor hilarante de Rafael Ordóñez y Moni Pérez. Un humor desbordante adecuado para todas las edades.

En un país lejano todos los caballeros disponibles se van enfrentando a un dragón que tiene un tesoro, y del que se quieren apoderar. Al que lo consiga, el rey le concederá la mano de su hija. Sin embargo, la princesa no solo no está de acuerdo con el ofrecimiento de padre sino que decide ir a matarlo ella misma. Su sorpresa será grande cuando vea cuál es el tesoro que está defendiendo el dragón, que además no es tal, sino dragona.

Un haiku es como una foto hecha de palabras. ¿Qué se necesita para escribir un haiku? Solo un cuaderno, un lápiz y mucha atención para mirar el mundo que nos rodea.

A quienes les gustó Puedes llamarme Bubu (Siruela, 2001), no les defraudará esta nueva aventura. En esta ocasión, BlíDfinnur (Bubu) encuentra malheridos en el jardín de su casa a unos duendes que se dedican al teatro ambulante, y decide cuidarlos el tiempo que sea necesario. Un día, Bubu siente curiosidad por seguir el curso de un río, que lo adentrará en el bosque. Como no vuelve, los duendes salen en su busca. Pero alguien, un tal Tuberculosis, advierte a Bubu tras su regreso de la maldad de los duendes... ¿Será verdad? Sólo se sabrá qué está ocurriendo si llega a tiempo un...

¿Imagináis un lugar lleno de bichos casimedioinvisibles que lo ponen todo del revés? ¡Pues bienvenidos al mundo de Víctor! Gracias a ellos, no deja de meterse en enredos y jaleos... Por suerte, su amiga Leonarda ha prometido echarle una mano con un plan infalible: llevarle al lugar con más bichejos de la ciudad. ¡¡¡Socorro!!!

El Dr. Jekyll estaba seguro de que podía encontrar una forma de separar su parte buena de su parte mala, así que trabajó y trabajó en su laboratorio hasta dar con un bebedizo que había de transformarle. Pero ¿hasta qué punto el Dr. Jekyll y Hyde pueden estar separados?