Immanuel Kant fue un filósofo alemán nacido el 22 de abril de 1724 en Königsberg, Prusia (actualmente Kaliningrado, Rusia) y fallecido el 12 de febrero de 1804 en la misma ciudad. Su obra ha tenido un impacto profundo y duradero en la filosofía moderna, siendo uno de los pensadores más influyentes de la Ilustración y de la era contemporánea.
Kant creció en un entorno relativamente modesto, siendo el cuarto de nueve hijos en una familia de caldereros. A pesar de las dificultades económicas, su educación fue alentada por sus padres, lo que le permitió ingresar a la Universidad de Königsberg en 1740. Allí estudió filosofía, matemáticas, física y otras disciplinas, formándose en las ideas de pensadores como Leibniz, Hume y Wolff.
En 1746, tras completar su formación, Kant comenzó a dar clases y a escribir. Sin embargo, fue en la década de 1780 cuando su trabajo alcanzó mayor notoriedad, gracias a la publicación de obras clave como Crítica de la razón pura (1781) y Crítica de la razón práctica (1788). En estas obras, Kant intenta establecer las bases del conocimiento humano y la moral.
En la "Crítica de la razón pura", Kant aborda la relación entre el conocimiento y la experiencia. Propone que el conocimiento humano es el resultado de la interacción entre las percepciones sensoriales y las estructuras o categorías mentales innatas. Introduce la famosa distinción entre el fenómeno (lo que percibimos) y el noumeno (la realidad en sí misma), argumentando que solo podemos conocer el mundo tal como se manifiesta a través de nuestras experiencias, no la realidad última.
En la "Crítica de la razón práctica", Kant desarrolla su ética deontológica, formulando el principio del imperativo categórico, que establece que las acciones deben ser guiadas por máximas que puedan ser universalizadas. Este enfoque sitúa la moralidad en la razón y en la autonomía del individuo, lo que implica que las personas son agentes morales responsables de sus acciones.
Además de sus críticas, Kant exploró temas de estética y teleología en obras como Crítica del juicio (1790), donde analiza el concepto de belleza y la finalidad en la naturaleza. Su influencia se extiende no solo a la filosofía, sino también a las ciencias, la ética, la política y la educación.
A lo largo de su vida, Kant también fue un defensor de la libertad de pensamiento y la autonomía del individuo. Creía firmemente que el conocimiento y el progreso social eran posibles a través del uso de la razón y la crítica. Su famoso lema, "Atrévete a saber", encapsula su llamado a los individuos a escarbar en las profundidades del pensamiento crítico y no aceptar dogmas sin cuestionarlos.
Como docente, Kant tuvo un estilo de enseñanza muy particular. Se dice que sus clases eran tan fascinantes que sus estudiantes a menudo no podían resistir la tentación de asistir a todas ellas, a pesar de que algunas de sus ideas eran complejas y desafiantes. Vivió la mayor parte de su vida en Königsberg, donde se convirtió en una figura central de la vida intelectual de la ciudad.
A lo largo de su vida, Kant publicó numerosas obras y ensayos, contribuyendo enormemente al desarrollo de la filosofía. Su legado perdura en la actualidad, influyendo en corrientes filosóficas posteriores y en el pensamiento contemporáneo. Hoy, es considerado uno de los pilares fundamentales de la filosofía occidental.
La figura de Kant ha sido objeto de estudio y debate, y su pensamiento continúa siendo relevante en discusiones sobre ética, epistemología y política. Su enfoque crítico y riguroso hacia la razón ha dejado una huella indeleble en el modo en que entendemos la filosofía y la humanidad misma.