Viena
El nombre de Viena tiene resonancias imperiales. Pero también suena a música, a óperas de Mozart, a sinfonías de Beethoven y a valses de la familia Strauss. Es una ciudad que encarna la tradición en su máxima expresión, pero que no quiere quedarse encerrada en la nostalgia. De ahí ese dinamismo que lo impregna todo y hace que lo antiguo y lo nuevo se den la mano tanto en la calle como en los espacios museísticos, en las vías comerciales o en los cafés y restaurantes. Brillan con luz propia su casco histórico y monumental, sus museos, teatros y auditorios, espejo de una ciudad para ...