Huésped del aire
Hoy llevo a mis muertos sepultados entre las costillas y los omóplatos, huesera de cráneos vacilantes, intersticios donde aún canta el cenzontle, sortilegio de cuatrocientas voces, el Mimus polyglottos de la diosa náhuatl reencarnada. El ave que puede imitar todos los sonidos, la más amada de las culturas precolombinas, junto al quetzal. Mirémonos por dentro, como si viajáramos al sacro vientre Pachamama, a los purépechas de Michoacán.… ¿O retornaré como un jaguar amazónico? ¿Podrá uno mismo salirse del camino? ¿Cambiar el rumbo de la travesía? ¿Morder el borde impreciso de ...