Libros de Pedro Mañas Romero (4 libros)

Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón.Las Princesas Dragón piensan que Gumi está en peligro, por eso deciden refugiarse en casa de Nuna: el palacio del Reino del Este.Pero las cosas nunca son lo que parecen, y allí el pequeño dragón también correrá riesgos. Porque lo acusan de ladrón y, encima, tiene un doble y, por si fuera poco, aparece Lilia, la encantadora prima de Nuna, con sus bucles rojos y su misteriosa magia...Tercer libro de la colección Princesas Dragón, ...

Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón.Las Princesas Dragón y sus amigos van en busca de los padres de Rosko. Cuando llegan al centro exacto del océano, se sumergen y... ¡magia! Ninguna es como era.Pero es que en ese lugar ocurren cosas muy raras. Como que existe un monstruo marino y una ciudad sumergida y una abuela científica y mucha gente cavando...Sexto libro de la colección Princesas Dragón con muchas aventuras nuevas, esta vez, ¡bajo el agua!

Las Princesas Dragón tienen un montón de dragones recién nacidos dando la lata, el reino del Norte invadido por los dragonelfos, un sortilegio inesperado que las ha transformado en lo que no son y una expedición pendiente a las montañas donde vive el Ogro Helado. ¡A ver si salen de esta!

Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón.Las Princesas Dragón y sus amigos navegan hacia «el centro exacto del océano» para rescatar a los padres de Rosko.De repente, una tempestad los hace naufragar. Menos mal que logran llegar hasta una isla donde podrán reponer fuerzas...... O no. Porque un cetro capaz de fabricar tormentas puede poner las cosas muy difíciles.Quinto libro de la colección Princesas Dragón donde un par de reyes, habitantes del cielo, nos harán bailar...