Anacleta y Alina

¿Cuántas veces no has garabateado un folio mientras hablabas por teléfono?, ¿Cuántas veces has necesitado una libreta para apuntarte algo mientras de lo decían a través del auricular?, ¿Cuántas conversaciones aburridas has tenido y al final has acabado haciendo garabatos raros?Ahora tienes un libro donde puedes hacerlo. Déjalo al lado del fijo o llévalo siempre contigo, nunca sabes cuando va a hacerte falta un papel para escribir esa cita, esa reunión importante o la receta de tu madre.

Los libritos de la colección «Pequeños Clásicos Ilustrados» rescatan el formato y las ilustraciones de los antiguos libros educativos de textos sencillos, repetitivos, acompañados de cándidos dibujos al óleo, y los trasladan hasta la actualidad para elaborar un hilarante retrato de la sociedad en que vivimos. En esta ocasión, su irónica mirada se posa en la insondable figura de la esposa. * Cuando una esposa se siente triste, come chocolate. El chocolate levanta el ánimo a la esposa. * Sin embargo, cuando la esposa come chocolate, se preocupa por la línea y el cutis, lo que hace...

¿HAS REÍDO Y LLORADO AL MISMO TIEMPO ALGUNA VEZ?Todos mis amigos están muertos conseguirá que lo hagas porque es el libro de humor más triste y el libro triste más gracioso que hayas leído jamás.En él payasos, cintas de casete, dinosaurios, zombies, muñecos de nieve y plantas de interior, entre otros, comparten sus reflexiones exitenciales más divertidas al enfrentarse a lo inevitable.

Sátira de actualidad política donde un funcionario, su asesor y la dueña de un spa viven aventuras hilarantes por el descubrimiento de un mural muy valioso. En esta novela, Hugo Hiriart retrata la esencia del presente político-social de un México igualmente surreal y contradictorio. El Águila y el Gusano se describe a sí misma como una obra de acción en prosa, desarrollando un sistema de dialogo para hacer explicita la trama. Utilizando este método, el autor nos comparte la historia de varios personajes que conviven en un México surreal, que avanza hacia el absurdo. La línea...