Geeta S. Iyengar (1944-2018) fue una destacada figura en el mundo del yoga, conocida por su influencia en la enseñanza y práctica del Hatha Yoga. Nacida en Pune, India, Geeta fue la hija de uno de los más reconocidos maestros de yoga, B.K.S. Iyengar, quien fundó el estilo de yoga que lleva su apellido. Desde temprana edad, Geeta estuvo expuesta a la práctica del yoga, y su vida estuvo marcada por la dedicación a esta disciplina.
Geeta Iyengar comenzó a practicar yoga bajo la guía de su padre cuando solo tenía 8 años. A lo largo de su vida, no solo se formó en las enseñanzas de su padre, sino que también exploró y profundizó en su propia comprensión del yoga. A medida que crecía, se convirtió en una maestra competente y empezó a enseñar en el Ramamani Iyengar Memorial Yoga Institute, que fue fundado por su padre en 1975.
Geeta fue famosa por su enfoque metódico y detallado hacia la práctica del yoga. Ella consideraba que la práctica del yoga debía adaptarse a las necesidades individuales, lo cual motivó su investigación en la fisiología del cuerpo humano y cómo las asanas (posturas) pueden beneficiar la salud física y mental. Su enseñanza se caracterizaba por la precisión en la alineación y la atención a la respiración, lo que ayudó a muchos practicantes a evitar lesiones y a obtener una comprensión más profunda de las posturas.
A lo largo de su carrera, Geeta escribió varios libros sobre yoga, siendo uno de los más influyentes "Yoga: A Gem for Women", publicado en 2001. Este libro aborda la práctica del yoga desde la perspectiva femenina, y ha sido una obra fundamental para muchas mujeres que buscan integrar el yoga en sus vidas. En su libro, Geeta comparte no solo las posturas, sino también consejos sobre cómo el yoga puede ayudar a manejar diversas etapas de la vida de una mujer, incluyendo el embarazo y la menopausia.
Además de su labor como autora y profesora, Geeta también era conocida por su enfoque en la terapia del yoga. Trabajó con personas con diversas condiciones de salud y desarrolló un enfoque terapéutico que ha sido muy influyente en la comunidad del yoga. Su habilidad para adaptar las posturas a las capacidades de cada individuo permitió que muchas personas, que de otro modo no habrían podido practicar yoga, encontraran alivio y bienestar a través de esta disciplina.
A lo largo de su vida, Geeta recibió numerosos reconocimientos por su contribución al yoga. Sus enseñanzas han impactado no solo a estudiantes en India, sino que también han llegado a miles de practicantes en todo el mundo. Geeta fue una maestra generosa, y su dedicación al yoga dejó un legado que continuará inspirando a futuras generaciones de yoguis.
Geeta Iyengar falleció en 2018, pero su legado sigue vivo a través de las enseñanzas que dejó, los libros que escribió y la profunda influencia que tuvo en el mundo del yoga. Su vida y trabajo son un testimonio de cómo el yoga puede ser una herramienta poderosa para el crecimiento personal y la sanación.