No se puede mirar

El Roto es el seudónimo del reconocido caricaturista español Andrés Rábago, nacido el 17 de julio de 1947 en Madrid. Con una trayectoria que abarca más de cuatro décadas, su obra se ha convertido en un referente del humor gráfico en España. A través de sus viñetas, El Roto ha sabido capturar la esencia de la realidad política y social, ofreciendo una crítica mordaz a los acontecimientos de su época.

El Roto comenzó su carrera como dibujante en los años 70, un periodo marcado por la transición política en España. Su estilo inconfundible, caracterizado por líneas simples y una estética minimalista, combina la ironía con una profunda reflexión. A menudo utiliza el humor para hacer frente a temas complejos, invitando al lector a una introspección sobre el mundo que le rodea.

Una de las características distintivas de su trabajo es la capacidad de plantear preguntas profundas a través de la simplicidad de sus dibujos. En lugar de ofrecer respuestas directas, El Roto plantea inquietudes sobre la condición humana, la moral, y la justicia social. Esto ha permitido que sus viñetas resuenen con un público amplio, convirtiéndolo en una voz crítica muy respetada en el ámbito del arte y la opinión pública.

El Roto ha trabajado en diversos medios a lo largo de su carrera, pero su colaboración más destacada ha sido con el diario El País, donde sus viñetas han sido publicadas de manera regular. Además, ha contribuido a otras publicaciones, tanto en España como en el extranjero, consolidándose como un autor de renombre a nivel internacional.

• Temas recurrentes: Entre los temas que habitualmente aborda se encuentran la política, la guerra, la desigualdad, y los problemas sociales. Su capacidad para abordar estos asuntos con una perspectiva crítica lo ha hecho merecedor de numerosos premios y reconocimientos.
• Estilo y técnica: El uso de la metáfora visual es una de sus principales herramientas, lo que le permite trascender el simple humor y ofrecer críticas que invitan a la reflexión.
• Publicaciones: A lo largo de su carrera, ha publicado varios libros recopilatorios de sus viñetas, presentando su trabajo de manera coherente y accesible para un público más amplio.

A lo largo de su carrera, El Roto ha recibido varios galardones en reconocimiento a su labor y su contribución al mundo del humor gráfico. Su trabajo no solo ha entretenido, sino que también ha sido una fuente de inspiración para nuevas generaciones de caricaturistas y artistas gráficos. La influencia de El Roto es palpable en el panorama cultural contemporáneo, donde su legado se manifiesta en la forma en que el humor puede ser utilizado como una herramienta de crítica social.

En la actualidad, El Roto continúa creando, sin perder su esencia provocadora, manteniendo su compromiso con la verdad y la justicia a través de su arte. Su trabajo no solo es un testimonio de los tiempos que ha vivido, sino también un aporte fundamental al discurso crítico en la sociedad actual. La obra de El Roto perdura, sigue desafiando a sus lectores y se mantiene vigente en un mundo donde el humor es más necesario que nunca.

Creador de Los Agachados, Mis Supermachos y más de un centenar de libros publicados, Rius, el gran monero mexicano, ocupó un lugar clave en la historia de la cultura popular. El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso encender, decía Montaigne, citado por el maestro Rius. Aquí se escudriñan sin pudor alguno las reformas educativas que han sumido a nuestro país en la ignominia de la mediocridad pedagógica. ¡Ahí nomás! Inaugurando una nueva etapa como autor de libros, Rius satiriza y pone en evidencia los ponzoñosos yerros y la grave corrupción que...

Este libro se compone de una selección de textos mínimos que he ido publicando en la red social Twitter. Mayormente, son pequeñas historias, algunas podrían clasificarse como microrrelatos en la línea del que Augusto Monterroso dedicó a su ya famosísimo dinosaurio; el resto son simples divertimentos, chistes, juegos de palabras y hasta ocurrencias más o menos acertadas. En líneas generales, el espíritu que ha presidido mi actividad tuitera ha sido el del humor, porque como dijo G.K.Chesterton: Un hombre que no es en parte un humorista no es más que parte de un hombre.

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La década que inspiró los trabajos aquí reunidos y originalmente aparecidos en La Nación, se extiende entre los años 2001 y 2011. Las caras a las que remiten son familiares para muchos de nosotros, pero lo que de ellas nos revelan estos dibujos, con su trazo juguetón y penetrante, nos permite redescubrirlos con una intensidad insospechada. Por aquí desfila una compacta caravana de protagonistas de nuestra vida diaria que provocarán, al ser identificados, una sonrisa y de vez en cuando una carcajada de buen humor cuando no una mirada sombría dictada por el dolor y la indignación....