Mujeres Dominantes Vol. 4

Cuando aquella mujer de exuberante belleza, doña Martina de Las Hierbas Altas, preocupada por la fidelidad de su esposo, don Rigoberto Rebolledo, alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, irrumpió un día en el despacho del novato detective Faustino Fandiño, poco podía sospechar este que se vería inmerso en una serie de alocadas y extravagantes aventuras. Al poco de empezar su vigilancia, Fandiño encuentra asesinado a don Rigoberto en el armario de un local de mala nota. Se ve obligado a huir, acusado del crimen. Sus pesquisas le llevarán por los lugares más extraños e...

Jeff Jackson, detective retirado de la policía de Boston, quien se jubiló anticipadamente después de ser herido en un tiroteo y de que una bala alojada en su columna vertebral fuera su recuerdo de despedida, ha regresado a la isla de la Viña para arreglar los asuntos de su padre fallecido y pescar. La Dra. Zee Madieras, médico forense del hospital local e hija del jefe de policía, también es una amiga que se codeó con Jackson cuando éste pasó el verano en la isla. El jefe de policía Madieras está esperando que el consejo local apruebe su liderazgo continuo, pero el primer cadáver ...

Tras la batalla de Crécy, Thomas de Hookton es enviado por el rey de nuevo a Inglaterra, donde los escoceses, a petición de los franceses y aprovechando la merma de las defensas, han invadido el norte del país provocando la que pasará a la historia como la batalla de Neville's Cross. Pero eso no impide que Thomas siga su peregrinaje en busca del Grial. Esta obra es la segunda entrega de la trilogía Arqueros del Rey, iniciada por la novela Arqueros del Rey y cuyo siguiente título es El sitio de Calais.

La historia del esclavo retratado por Velázquez, el pintor de reyes. Se fabula en esta novela la historia del morisco Juan Abonabó Pareja, Juan de Pareja para los cristianos, quien nació ya esclavo porque su padre prefirió perder la libertad a afrontar los riesgos y peligros de la expulsión a principios del siglo XVII. El amo de su padre solía acogerlo en su palacio porque le agradaba su compañía, y allí trataba de darle instrucción leyéndole libros religiosos y, sobre todo, introduciéndolo en la que era su gran pasión, la pintura que llenaba los corredores y galerías de su...