Mejor... Solteras

Maridos, amantes y amigas van y vienen, pero el amor, el verdadero amor, permanece para siempre. Una novela sincera y actual sobre el matrimonio, la amistad, el deseo y el amor. Gabriela es una mujer casada con un hombre al que quiere. Al que adora. Un hombre que le mendiga sexo una vez al mes. Y Gabriela, porque le quiere, porque adora a su marido, sin desearlo, se lo concede. Pero cada mañana, Gabriela se cruza con un desconocido, un hombre al que, incomprensiblemente, desea. Gabriela es periodista y trabaja junto a sus compañeras de redacción, Silvia y Cósima, mujeres con las que ha...

Novelista y compositor, E. T. A. HOFFMANN nació al filo de una época de transición caracterizada por el surgimiento de la nueva sensibilidad romántica y la difuminación de los claros contornos del mundo clásico. La materia de estos CUENTOS 1 extraños y estremecedores traducidos y prologados por Carmen Bravo-Villasante son los sueños, el magnetismo, la telequinesia, el sonambulismo, los presentimientos, la premonición y la telepatía. Dividida la recopilación en dos volúmenes (L 5611 y L 5612), este primero incluye seis relatos fascinantes («El magnetizador», «El hombre de la...

Parece ser que la preferencia, hace miles de años, de las hembras pre-humanas por machos menos violentos y más implicados en la crianza derivó en una nueva especie, de la que Gabriel era descendiente. Más débil, había superado el hándicap de la fuerza física en la etapa de apareamiento con una mayor implicación familiar. Ahora, con la maleta en la puerta de la casa, respuesta inicial a una ruptura inesperada, esta dedicación se había revelado como insuficiente. Hay que saber perder, manual infrecuente para futuros separados, es la sucesión de reacciones de nuestro protagonista, en ...

¿Podrían esperar a la noche de bodas? Para Eli Laughlin era obvio que Victoria Anderson había mentido, pero el ranchero decidió que le daba igual. Cuando puso el anuncio en el que buscaba esposa con experiencia en un rancho no esperaba dar con una mujer tan encantadora como Tori. Y le resultó divertido ver cómo fingía que conocía el trabajo de un rancho. Tenían un contrato prenupcial que les daba un mes para conocerse antes de decidir si querían continuar con el matrimonio, pero a Eli le estaba costando un enorme esfuerzo controlar su deseo. No le importaba lo que Tori estuviera...