Hasta la cima de la montaña

Bienvenidos a la serie de libros Novelistas Imprescindibles, donde les presentamos las mejores obras de autores notables. Para este libro, el crítico literario August Nemo ha elegido las dos novelas más importantes y significativas de Rosario de Acuña que son La casa de muñecas y La tristeza. Rosario de Acuña fue una escritora, pensadora y periodista española. Considerada ya en su época como una de las más avanzadas vanguardistas en el proceso español de igualdad social de la mujer y el hombre —y los derechos de los más débiles en general. Nacida en una familia emparentada con la ...

Pol, a young gay man who faces his first year in college as a freshman in Madrid, lives with Richard, a British young man who is also gay but a lot more funny and amusing, and eventually they both grow and mature in a year full of gay adventures across the city.

A fire breaks out in an old school on Valo Island in the middle of the night. When Patrik Hedström goes to investigate, he meets Ebba Stark, who, together with her husband, recently returned to the island to try and get over the death of their only child. Patrik's wife, the crime writer Erika Falck, believes the attack on the school is directly linked to Ebba's tragic past. In 1974, her entire family disappeared while vacationing in Halo. One-year-old Ebba was adopted soon after and every year on her birthday, she receives a card simply signed with the letter G. Erica, as it turns out, has...

Smonk odia a las cabras y a los irlandeses. Tiene un Winchester y gasta un bastón de empuñadura de marfil con una espada oculta. Lleva cuatro o cinco revólveres repartidos por la ropa, munición de sobra, cartuchos de dinamita y un cuchillo en una bota. Luce varias cicatrices de bala en el hombro derecho, una en cada antebrazo y otra en el pie izquierdo, perdigonazos por toda la espalda y una cuchillada en la tripa. Tiene gota, bocio, gonorrea, sífilis, azúcar en la sangre, neuralgia y fiebres intermitentes. También malaria, tuberculosis, un ojo de cristal y una infinita sed de...