Certeza de lo imborrable

Al ver una película recordamos y olvidamos incesantemente su comienzo, los antecedentes de todo lo que se desenvuelve frente a nosotros, y nos adelantamos a su conclusión, pero en verdad estamos recordándonos y pensándonos a nosotros mismos, pues tal experiencia originaria es un hecho sensible. Al ver una película inolvidable, todo lo que ella logra es una apoteosis de nuestra individualidad, nuestra sensibilidad y nuestro intelecto, removidos en sus fibras más profundas y sutiles y lanzados, literalmente, a una nueva vida en la que, más de lo que creemos, nada volverá a ser como...