Entre tú y yo
Querida Hayley: Asumo que todavía estás de resaca, así que seré breve. Anoche te metiste bajo mis sábanas (sin mi permiso), y casi hicimos el amor. Salí de la cama tan pronto como me di cuenta de que eras tú y te llevé a casa. Eso fue lo que pasó. Punto. Final. En caso de que lo hayas olvidado, eres la hermana pequeña de mi mejor amigo. Nunca seremos nada más (no podemos ser nada más), así que preferiría que trabajásemos en lo de ser «solo amigos» de nuevo. No obstante, no soy de los que dejan preguntas sin responder —ni siquiera las que se hacen durante una borrachera—,...