Pues Yo No!

El tigre, la abeja, la cebra..., todos ellos tienen el cuerpo rayado. La jirafa, la mariquita, la rana..., ellas tienen topos. ¿Y el cerdito? Él reivindica su derecho a no tener ni rayas ni topos y, satisfecho, les hace darse cuenta de por qué es tan original.