Perdida en el museo

Read Along or Enhanced eBook: ¡El charco está congelado y Alberto se muere de ganas de ir a patinar! Todos los otros ratones están haciendo figuras en el hielo con sus patines. Wanda puede hacer un círculo y las mellizas Roer, un triángulo. ¿Podrá hacer Alberto alguna figura sin causar problemas?

¿Quién no conoce la historia de la pequeña vendedora de fósforos? ¿Y del soldadito de plomo? ¿O la del patito feo..? Estos y otros maravillosos cuentos –como el de la tierna Pulgarcita, el del perro razonable y del tonto muñeco de nieve...– conservan en esta versión todos los valores de su original danés, sin censuras ni adaptaciones ñoñas.

El lunes, Miss Mandona fue a dar un paseo. Se encontró con Mr. Fisgón. «¿Dónde vas?», preguntó él. ¡Deja de entrometerte!, replicó ella. El martes se encontró con Mr. Ruidoso. Estaba cantando. Y haciendo mucho ruido, por supuesto. «¡Cállate», le dijo.

Mary Shelley empezó a gestar esta novela en el verano de 1816, un verano lluvioso y sin apenas sol. Tal vez estas circunstancias extraordinarias propiciaran este relato de terror, en el que no solo se cuenta la historia del joven científico Victor Frankenstein y su " demoníaca criatura " , sino que se abordan temas fundamentales de la naturaleza humana plenamente vigentes en la sociedad actual.

Cuatro chicos, una manada de perros guardianes y un mundo paralelo que ha puesto bajo una terrible amenaza a toda la humanidad.