Luz en Berlín

El aliento de los dioses o Warbreaker, segunda novela de Brandon Sanderson, es una rara avis en la fantasía épica: una narración completa en un único volumen, con toda la imaginación, la aventura, la magia y los entrañables personajes a los que este autor, destinado a heredar el trono de todo un género, nos tiene acostumbrados. Hace años, el monarca de Idris firmó un tratado con el reino de Hallandren según el cual el rey Dedelin enviaría a su hija mayor, Vivenna, para casarse con Susebron, el rey-dios de Hallabdren. Vivenna ha sido adiestrada durante toda su vida para ser una...

Trepidante novela que da comienzo a la serie «Buchanan». Una excitante incursión en los más oscuros impulsos del corazón humano. Poner tu vida en riesgo por alguien a quien amas puede costarte todo... «Perdóneme, padre, porque voy a pecar...» En la silenciosa penumbra del confesionario, el padre Tom escucha una declaración provocadora... Un desconocido le confiesa su plan para el asesinato que piensa cometer, atrayendo al sacerdote hacia un escabroso juego al revelarle la identidad de su próxima víctima: la hermana del propio sacerdote, Laurant. En una frenética carrera por...

Historia y mitología unidas por un hilo conductor: la figura del Grifo; mitad águila mitad león. La pervivencia de las antiguas creencias, hadas, zanas y poderes ocultos, conviven con el cristianismo y con el islam, en un encuentro entre culturas. Albania, 1460. La invasión de Albania por las tropas otomanas solo es contenida por los clanes cristianos del norte, agrupados bajo las órdenes del carismático príncipe Kastrioti. En un clima de guerra, con asaltos a las fortalezas y grupos de fanáticos de una y otra religión, Kimete, una joven cristiana albanesa viaja con su familia hacia...

ARIADNA: Mil veces triunfes en Creta. ¡oh, padre augusto! ¡Oh, monarca! ¡Asombro de cuanto abarca la luz del mayor planeta! Mil veces huelles sujeta la redondez que ya tienes a tus plantas, pues que vienes de aquistar cuanto dilata, y otras mil. Dafnes ingrata diadema ciña a tus sienes. Honren mis labios tus pies. MINOS: o, Ariadna; no, hija mía, que eres alba de mi día y celestial tu interés. No es bien que los labios des a los pies de quien te adora, si no es que con ellos Flora, cuando me aprestas laureles, me aprisione en tus claveles, grillos ellos, tú su aurora. Creta, que en el ...