Los espejos del tiempo

Cuarta entrega de la serie «Dulce Londres». Cuando manda el corazón, no importa lo que suceda alrededor, él sabrá a quién le pertenece. Lady Daisy Hamilton no será la típica joven que deslumbrará en su presentación en sociedad ni en las siguientes invitaciones a fiestas que tenga. Sin embargo, dos hombres quedarán encandilados con ella cuando la magia de Clarissa, su cuñada, obre en ella. Buscar marido es el objetivo de dichos eventos, pero no será fácil para Daisy, pues su corazón clama por su caballero desconocido, ese hombre que logró enamorarla gracias a un inusual...

«Este libro narra la curiosa historia de cómo lo franceses emplearon la misma tenacidad en salva sus grandes vinos de los nazis, que la utilizad para salvaguardar los tesoros del Louvre. Una nrración increíble.» DOMINIQUE LAPIERREutorde La ciudad de la alegría coautor de ¿Arde Prís? La notable y jamás contada historia de ls valerosos e inteligentes viticultores francese que, durante la segunda guerra mundial, protegiron y rescataron del saqueo alemán el producto ms afamado del país. En 1940, Francia cayó ant los nazis y el ejército alemán inició casi inmeiatamente una campaña...

Stefan Salvatore, el nuevo alumno de Fell ́s Church, arrastra con él un misterioso pasado y también a alguien que sólo desea venganza, su hermano Damon: son más que hermanos de sangre y su odio excede las barreras del tiempo. .. Ahora tratan de reproducir un motífero tríangulo amoroso que tiene en su centro a Elena, la chica más popular de la escuela. Crónicas vampíricas es la historia de dos hermanos vampiros y de la hermosa muchacha que debe elegir entre ellos.

"A las nueve de la mañana de un día de finales de noviembre, el tren de Varsovia se acercaba a toda marcha a San Petersburgo. El tiempo era de deshielo, y tan húmedo y brumoso que desde las ventanillas del carruaje resultaba imposible percibir nada a izquierda ni a derecha de la vía férrea. Entre los viajeros los había que tornaban del extranjero; pero los departamentos más llenos eran los de tercera clase, donde se apiñaban gentes de clase humilde procedentes de lugares más cercanos. Todos estaban fatigados, transidos de frío, con los ojos cargados por una noche de insomnio y los...