La lucha de Clodomiro

El retrato de nuestro primer filósofo moderno. Ortega y Gasset, quizá distanciándose de su maestro Bonilla y San Martín, autor de una aparatosa biografía de Luis Vives, sentenció con su rotundidad característica que la vida del filósofo valentino se reducía a nacer, estudiar, escribir y morir. Sin embargo, Vives oculta una historia apasionante. Ni la pretenciosa biografía de Bonilla ni la minimalista descripción de Ortega dicen la verdad de Vives. Con el paso del tiempo, y dejando atrás las increíbles manipulaciones de la época de Franco, un grupo importante e internacional de...

Esta obra se integra por las aportaciones durante los distintos actos conmemorativos al doctor Ch vez. En especial, cabe destacar el texto del discurso del presidente de la rep blica en la sesi n solemne del Congreso del Estado de Guerrero, justo el d a del centenario; el discurso oficial en la ceremonia de traslado de los restos mortales del doctor Ch vez a la Rotonda de los Hombres Ilustres; y la ceremonia de presentaci n de la Colecci n Conmemorativa.

En este libro se cuenta la narración fiel de la primera parte de la vida de Miguel Galindo Saura, el teniente Galindo de esta historia, un piloto de caza de las FuerzasAéreas de la república española. Es la crónica, rigurosamente histórica y probada, de suparticipación en la guerra civil española. De su paso por distintas cárceles, comoprisionero de guerra. De su exilio y sus vivencias, y de sus andanzas en la Franciaocupada por el ejército nazi, en la II Guerra Mundial. Así como de su repatriación yestancia en los campos de concentración de Miranda de Ebro y La Línea de...

Cuando cumplí 14 años, me enamoré de mi guitarra acústica y de la sonrisa de Ana... lo de la guitarra sí duró. El amor es como si todos los días fueran tu cumpleaños. Es escuchar tu canción favorita a todo volumen mientras viajas a la luna en tu Sentra 98. Es un incendio que no quieres apagar; y, a veces, es morirte de miedo. El amor te levanta de la cama a las 3:23 de la mañana para agarrar la guitarra y componer la canción más bonita del mundo. Esta es la historia de cómo siete acordes me enseñaron que el amor, definitivamente, sí es cosa de otro mundo.