El Jorobado o Enrique de Lagardère

Paul Féval, nacido el 13 de diciembre de 1816 en Guerlesquin, en la región de Bretaña, Francia, fue un prolífico escritor y novelista, conocido por su vasta producción literaria en el siglo XIX. A lo largo de su carrera, Féval exploró diversos géneros, pero es especialmente recordado por sus novelas de aventuras y fantasía, así como por su contribución al desarrollo de la literatura de misterio y el thriller.

Féval inició su carrera literaria en 1836 con la publicación de su primera novela, pero fue en la década de 1840 cuando realmente ganó reconocimiento. Su obra más famosa, “El misterio de la calle de la perla” (1842), es considerada un precursor del género del policiaca, anticipando las obras de autores como Edgar Allan Poe y Arthur Conan Doyle. Este libro ayudó a establecer su reputación como un maestro del suspense y los giros argumentales inesperados.

Aparte de su éxito en el thriller, Féval también es conocido por su contribución al romanticismo francés. Su serie de novelas “Los hombres de la niebla”, publicada entre 1855 y 1860, es un claro ejemplo de su narrativa rica en descripciones vívidas y emocionantes tramas que atrapaban al lector. Estas obras, junto con otros títulos como “La vampira” (1850), muestran su habilidad para mezclar elementos de horror, fantasía y aventura, lo que lo convierte en un pionero en el desarrollo de la ficción gótica en Francia.

En su búsqueda por innovar en la literatura, Féval también incursionó en el teatro, donde escribió varias piezas, aunque su mayor éxito se dio en el ámbito de la prosa. A lo largo de su carrera, publicó más de 80 novelas, muchas de las cuales fueron muy populares en su tiempo y tuvieron un impacto duradero en la literatura posterior.

El estilo de Féval es caracterizado por su prosa ágil y su habilidad para crear personajes memorables y tramas intrincadas. A menudo exploró temas como el honor, la venganza y el misterio, lo que lo llevó a ser considerado un precursor del novelista moderno. Su influencia se puede ver en autores posteriores que también exploraron los límites del género de la aventura y el misterio.

A pesar de sus logros, Féval también enfrentó críticas a lo largo de su carrera. Algunos críticos señalaban que sus obras, aunque entretenidas, carecían de profundidad literaria. Sin embargo, su popularidad entre el público lo consolidó como un autor relevante de su época.

Al final de su vida, Paul Féval se había convertido en una figura literaria icónica, y sus obras continuaron siendo leídas y adaptadas a otros medios, incluyendo el cine y el teatro. Falleció el 8 de diciembre de 1887 en París, dejando tras de sí un legado de obras que siguen siendo apreciadas por su audacia narrativa y su capacidad para mantener al lector al borde de su asiento. Su impacto en el desarrollo de la literatura de aventuras y misterio es innegable, y su nombre permanece en la historia como uno de los referentes de la narrativa francesa del siglo XIX.

«Hemos querido ofrecer una perspectiva de los usos del mito en Platón, y desde esa visión de conjunto pueden situarse todos, unos más próximos a la alegoría y otros como la única manera de hablar de lo que trasciende a la argumentación lógica». Del prólogo de CARLOS GARCÍA GUAL Platón es el primer gran filósofo que nos ha dejado una importante obra escrita que nos responde a esas preguntas fundamentales de la filosofía: ¿Qué es la verdad? ¿Qué es el bien? ¿Qué es la belleza? ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Cuál es nuestro destino final?, etc. Para ello, a veces...

Esta historia no se sabe cuándo comienza, debió ser hace mucho, muchísimo tiempo. Es que el mago adivi, nador y el detective max despiste, fueron siempre uy pero muy amigos hasta el día cuando el detective insistió ver- en la bola de cristal del mago- al ladrón de risas sueltas que venía dejando a toda la gente sin sentido del humor.

En este increíble y apasionante libro, Juan Eladio Palmis, hace documento público una experiencia que, una vez más, y son muchas y evidentes, demuestra que nos envuelven cosas incomprensibles y extrañas, personas y objetos que denominamos como “raros” porque no somos capaces de cuantificarlos o cualificarlos, pero que nos llenan de intranquilidad y de miedos.

Don Juan Manuel creó "El conde Lucanor" con intención didáctica, siguiendo el ejemplo de su tío Alfonso X; además, dotó a su obra de una personalidad y un estilo poco comunes en la época. El autor conjugó en su persona el ideal del guerrero culto; noble de gran poder y señor de enormes dominios, fue una figura importante durante el turbulento escenario político del siglo XIV. (Edición de Espido Freire).