Biblias castellanas medievales

El esfuerzo del día a día nos desgasta, y necesitamos rehacernos, aprender a descansar el cuerpo, la mente y el espíritu como hijos de Dios. Por eso, el descanso no es un lujo ni una forma de egoísmo; es una necesidad, un deber que hace parte del trabajo. Presentamos algunas reflexiones sobre la fatiga y el descanso.

un folleto sobre la doctrina; hellfg (48p.) Artículos: Cristo tiene las llaves del infierno y de la muerte - Charles H. Spurgeon (1834-1892) - Jesucristo gobierna el cielo y el infierno: sólo Él conquistó el infierno y la muerte por su sufrimiento en la cruz y por su gloriosa resurrección; aquí está la esperanza del pecador para la eternidad. Tormento eterno para los malvados: Inevitable e Intolerable - Jonathan Edwards (1703-1758) - un examen aleccionador de la gloria ofendida de Dios, Su paciencia con los pecadores, y el castigo ineludible que Él derrama justamente sobre los que...

La voluntad de Dios para salvación, de gracia y misericordia, siempre es primera y poderosa, irresistible y eficaz, actuando sobre la voluntad del pecador de tal forma que éste desea, anhela y determina venir. Lo que este libro enfatiza puede chocar con el punto de vista de muchos lectores. Pero todo el que con sinceridad quiera someter sus propias opiniones al juicio de la Palabra de Dios, sacará gran provecho y utilidad de este estimulante estudio; aunque se vea obligado a tener que rehacer a la luz de las Escrituras las conclusiones y creencias que antes tenía.

Despu�s de publicar ?Una Atea en la Presencia?, era pr�cticamente una necesidad de seguir escribiendo y compartir la experiencia extraordinaria de caminar con Dios. Es nuestro deber como disc�pulos de Jes�s, de compartir con la audiencia lo que el poder transformador de Dios puede hacer en la vida de las personas. Estamos viviendo tiempos dif�ciles; tanto es as�, que lo sobrenatural se ha convertido en una necesidad si queremos ser ciudadanos exitosos. El paro, los desastres naturales, las bancarrotas, las enfermedades e inclusive las enfermedades raras est�n fuera de nuestro...