Ávara. El mundo muerto

Aceras es una narración autoficcional que describe literariamente y con algunas licencias creativas la experiencia de la propia autora como lesbiana. La novela nos sumerge en el ambiente de las décadas de los sesenta y setenta, en una Valencia plagada de prejuicios, donde la protagonista descubre su homosexualidad y donde, con veinte años, sale del armario y se introduce en el mundo LGTB de la ciudad, tan marginal como solidario y vivo. Aceras muestra un personaje en eclosión, una revelación intensa y profunda que se manifiesta íntimamente.

Miguel Ángel Gara nació en Madrid en 1970. Estudió Psicología en la Universidad de Salamanca y en la UNED. Sus poemas y relatos han visto la luz en diversas antologías, revistas y páginas de internet. También ha sido guionista de cortometrajes. En la actualidad colabora en el portal Literaturas.com. Además, ha publicado el libro de Sara (2005) y está a punto de publicar el desierto de agua, finalista en el premio Villa de Leganés 2004. Con luz previa a la luz acaba de obtener el XXIV Premio de Poesía Ciudad de Badajoz.

Babilonia zen antzinateko herri bat, Isaias profetak bortizki madarikatu zuena. Babilonia zen baserri baten izena, eta Babilonia du nobela honek ere izenburua. Baserri horren historia eta Garayalde familiarena kontatzen dizkigu eleberriak: maitasun eta gorrotoak, norgehiagoka eta traizioak azaltzen dira bertan, eta horien guztien bitartez Euskal Herriko XIX. mende gatazkatsuaren kronika ere egiten zaigu: sinesmen zaharren eta progreso zientifikoaren arteko lehia, karlistaldietako gudak, bizimodu desberdinek sortutako talka eta borrokak... Hala ere, gertaera historikoetatik harago jotzen du...

He estado enamorada de Luke Daniels desde…, bueno, desde siempre. Pasé más de una década dejando que me viera como la mejor amiga de su hermana, observando desde la distancia con la esperanza de que se fijara en mí, me eligiera, me amara. Me gustan los cuentos de hadas y Luke es mi príncipe azul. Es alto, con hombros tan anchos que bloquean el sol. Es amable, con una sonrisa tan deslumbrante que me hace olvidar todo lo que está mal. Y es el único hombre que puede hacerme reír hasta que me duelan las mejillas y el estómago. Pero él nunca será mío. Así que he decidido seguir con...