Aquello era el cielo

Descubre cómo las teteras dejan de ser elementales recipientes y se transforman en receptoras de las pasiones humanas. Un reflejo de las relaciones que se entrelazan y desafían al tiempo. Desde amores imposibles hasta desencuentros inevitables, estas páginas revelan las complejidades del corazón humano y la magia que yace en lo cotidiano.

David Rozas Genzor (Zaragoza, 1979) es autor de Desde las entrañas —Seleer, 2012—, Ángeles de cuatro patas —Canem, 2014— e Hijos de Adram —plataformas digitales, 2018—, co-autor de la novela El Legado de Christie —Alfasur, 2015—, así como responsable de numerosos relatos que han sido premiados en certámenes literarios y traspasado nuestras fronteras. Desde Zaragoza, Aragón, llegando a los Estados Unidos, y pasando por el corazón mismo de África, el autor nos presenta un recorrido trepidante por el mundo con un estilo único y a través de unos personajes tan adorables...

Los Caminantes en sueños son jóvenes que tienen la capacidad de viajar en el tiempo y en el espacio mientras están soñando. Viven en la Casa del Desvelo, ocultos al resto del mundo, y velan por que los Aparecidos, exalumnos de la Casa que también pueden caminar en sueños dispuestos a hacer el mal, no cambien el curso de la Historia. David es un Caminante y está en peligro: los Aparecidos quieren acabar con Eddie, su abuelo y descubridor del fenómeno. Si Adam Lang, el Aparecido más poderoso, y los suyos consiguieran su objetivo, la familia de David y él mismo desaparecerían...

From New York Times and USA Today bestselling author Laurelin Paige comes a new story in her Man In Charge series... Brett Sebastian is the very best kind of friend. Who else would get me a job at one of the biggest corporations in America? And hook me up with his uber-rich cousin to boot? And let me cry on his shoulder every time said cousin blows me off? Okay, it's pretty obvious that Brett cares about me in a different way than I do for him, but he seems fine with how things are, and our friendship works. Until one fateful night when I'm mooning over his cousin, and Brett utters four words ...